sábado, abril 04, 2009

Para ateos y creyentes (sin discriminación de clases)


Allá por el año... 2002 un tal Petrus escribió lo siguiente a una forista creyente en un foro ateo. La chica hacía lo que podía para intentar hacernos ver que Dios existe porque ella lo sentía así muy dentro de ella (que dicho sea de paso, es lo único que pueden decir todos los creyentes).

El azul del texto es añadido mío, que por aquel entonces aún no tenía ese color (luego lo fué perdiendo, pero esa es otra historia)



Para ateos y creyentes (sin discriminación de clases)
 
Las razones por las que uno es ateo me temo que no sean tan claras como uno quisiera.
 
Me pongo como testigo de un proceso (el mío) y lo doy a conocer.
 
Nací en el seno de una familia nazional-católica española y educado en la fe en Dios, al punto de querer ser cura en una identificación infantil masiva al ideal de santidad.
 
Creo que el punto clave fue la crisis ocurrida en torno al poder de la oración; la caída de las creencias en seres míticos (los Reyes Magos, el Niño Jesús, la Virgen, etc.); la sensación de que todo lo que me explicaban no coincidía con lo que yo percibía del mundo y la percepción de la realidad de un modo más clara a medida que progresaba cursos en la escuela; el advenimiento y progresiva instauración del deseo sexual, fueron los hitos que yo creo que marcaron mi transformación de niño a adolescente y después adulto.
 
A partir de la perdida de la fe (ya digo, un proceso progresivo y cada vez más intenso), fue necesario encontrar explicaciones que rellenaran el hueco que quedó al dejar de creer en Dios. Eso configuró una mente paulatinamente más racional, y si, en cierto modo solipsista como lo dice Zeus.
 
*          *          *
 
Respondiendo a Marilú por una vez en serio y sin que sirva demasiado de precedente (por una vez no te diré una burrada), te diré Marilú que mis bases más básicas para ser ateo, y si por bases he de entender las que se encuentran en el fundamento de mi ateísmo, son la pérdida paulatina de la fe en Dios, como resultado de un proceso que llamaré provisionalmente "maduración personal", coincidiendo en el tiempo con la maduración sexual y la sustitución progresiva de la fe en Dios y en la verdad revelada de la religión, por la fe en la verdad de la razón.
 
Puesto que la necesidad de explicaciones para las cosas del mundo (causa, origen, final, etc.) me aguijoneaba, y la fe en Dios y el discurso de la religión eran increíbles, empecé a creer que el discurso de la ciencia y de la razón aportaban más verdad sobre el humano y el mundo que el discurso de la religión.
 
No creo que la verdad revelada sea una verdad material; me parece un cuento. La verdad de la razón me deja humillado ante la ignorancia de lo más esencial, pero puedo asumir esa cuota de malestar inherente a saber que aquello que me dejaría satisfecho no lo podré obtener jamás, ni aún muriendo (contrariamente al creyente que tiene la esperanza de poder ver realizado su deseo al morir)
 
*          *          *
 
Yo no amo demasiado a la vida. No le tengo demasiado apego a algo que no me gusta (sufrir y ver sufrir cada día sin ton ni son) y mis razones no son tan optimistas como otras. Más bien aguanto este tormento de la vida como puedo y tampoco tengo demasiadas razones par seguir vivo. También es cierto que, hoy por hoy y aunque la vida se me represente "un valle de lágrimas", no me resulta todavía tan insoportable como a otros.
 
Cuando alguien me descubre sus intenciones de suicidarse y me mira con el temor de mi respuesta impreso en sus ojos, no tengo demasiadas razones que darles para que no lo haga. Mucha gente se suicida con razón.
 
No. Entre mis razones no se encuentra precisamente el amor incondicional a la vida, pero no sé por qué sigo vivo ni por qué, a pesar de los pesares, eso sigue sin contar conmigo.
 
Ya digo: no soy tan optimista como otros y moriré sin saber por qué he vivido. Si el balance de esa vida es bueno para mi y para otros, mejor; incluso es probable que en ese momento sienta alguna sensación de satisfacción. He aceptado morir sin más esperanza que cerrar los ojos y desaparecer para siempre, quedando de mí, a lo sumo, poco más que un recuerdo vago en la memoria de mis nietos y que se extingirá al poco, como lo más duradero de mi existencia.
 
Por lo demás, el amar, el odiar, el gozar y el sufrir forman parte de cualquier vida, de modo que no le encuentro demasiado mérito a lo que es común. Pero incluso ahí tendría un sentimiento de vergüenza cuando sé que hay otros que no tienen tanta suerte. Ese solipsismo me enseña, además, que hay otros como yo (semejantes) que pueden y de hecho tienen, menos suerte que yo. Mi solipsismo no es de estado, sino de partida y plantearme una vida gozosa (la mía o la de cualquier otro) no deja de ser una ironía, lo mire por donde lo mire.
 
Con respecto al bien, estoy de acuerdo en que hago el bien porque es asunto mío y no es asunto de otro (mucho menos de ningún dios); que hago el bien a otros porque me satisface. Pero no sé muy, muy, muy bien por qué obtengo satisfacción en eso, cuando puede que muy cerca de mí hay quienes obtienen satisfacción por lo contrario, es decir, haciendo el mal y causando daño a otros. Incluso si me escucho sin demasiados prejuicios sobre mi mismo (diciéndome lo majo, bueno y honesto que soy), me doy cuenta de que, a veces, yo también disfruto haciendo el mal, de modo que me asombro de mi propia paradoja: mi bien es causar el mal a otros (o por causa del mal de otros), en algunas circunstancias.
 
*          *          *
 
No. Mis razones no son en absoluto ni tan claras ni tan optimistas como las de otros. Y razones positivas creo haberte dado también. En resumidas cuentas: mi ateismo no me deja demasiado satisfecho con la vida, pero la razón es lo mejor que tengo y la cuido.
 
Desgraciadamente, mi proceso es irreversible tal como lo veo ahora, de modo que es muy difícil que vuelva a creer en dioses. Así que puede haber un ateísmo que no sea necesariamente optimista ni ame la vida. Ese ateísmo es el mío y no puede ser compartido por nadie. Es el mío, insisto. Que nadie se identifique con él, porque no es posible. Y si existen otras formas de ateísmo que despiertan entusiasmos y adherencias, deberán entenderse como otra forma de alienación en un discurso de otro, en el que uno cree acomodarse como si fuera propio.
 
En tanto ateo, no necesito justifiarme ni comprender mi existencia de modo optimista o alegre. Necesariamente no. Tampoco me gusta ser ateo. Ni siquiera agnóstico. No me gusta eso. Quisiera tener certezas y verdades absolutas. Quisiera ser feliz de alguna manera y, con suerte, solo lo soy a ratos.
 
Así que te digo, amada Marilú, que ser ateo no es ninguna bicoca pero, con todo y eso, para mi es mejor que ser creyente. Al menos, como ateo puedo revisar de arriba abajo mis creencias y ponerlas contínuamente en crisis sin que por ello vea amenazado mi equilibrio mental.
 
Quizás tu suerte y tus circunstancias te han llevado a ser creyente. Apechuga con eso lo mejor que puedas, créeme. Procura ser feliz con eso que te ha tocado vivir. Si estás mejor siendo creyente, pues sigue con ello, amiga. Que nadie te imponga su modo de pensar, sea ateo o creyente, porque se trata de tu vida y de tu bien, y no el de ningún otro.
 
Y si vienes por aquí a dar la lata, yo, por mi parte, te doy la bienvenida. A mi me diviertes. Tu ingenuidad me estimula a decir burradas y eso me parece bien para mi. Pero ya ves que no solo burradas. También soy capaz de decirte cosas serias. Haz con ellas lo que quieras.
 
Petrus

29 comentarios:

Edwin Montero dijo...

¿Qué más podría uno decirle a una persona creyente?
Es muy pero muy frecuente que la persona que cree no comprenda del todo al que no cree y suele ocurrir a la inversa.
No me costó mucho concluir que mi ateísmo parte de la visión que mi madre tenía de un dios y el panteísmo, casi que irredento, de mi padre. De cruces así tenía que salir un ateo, digo yo.
Ante el "Dios es todo" que constantemente decía mi padre y el "Esa fuerza universal" de mi madre para definir a su dios, no se podìa concluir otra cosa más que dios era una mera cuestión personal pero irremediablemente indemostrable.
Allá entonces un buen día me atreví a cruzar el puente sin perder de vista que el ser humano nace siendo "ateo negativo". Nadie puede declararse creyente sin que le digan en qué debe creer.
Podríaseme decir en contrario que de manera igual, no hay ateo que no sea puesto en conocimiento mínimo de un dios. ¡Obvio! Por algo se es ateo a pesar de que, como dije, nacemos siendo "ateos negativos". Lo demás puede encontrarse en el ad-ignorantiam.
Se afirma, se reafirma y como se puede ver, al aplicar el nefasto dicho de: "Miente miente que algo queda" al pobre diablo que no tiene argumentación en su discurso o que no encuentra cómo rebatir el otro, no le queda más que aceptar el discurso teísta y concluir en que: Dios existe porque lo dijo mi papá, lo dijo mi mamá, lo dijo la maestra y en consecuencia, dios ha de existir porque al igual que en T.V.  "Si lo dijo la tele tiene que ser cierto".
Así, falto de fe en el mundo se puede decir, sin temor a equivocarse que dios es una mera cuestión de fe. No se puede ir más allá. Fe pero la fe es la esperanza elevada a la quinta potencia de quienes esperan algo salido de la nada. Tomado de su mente y repetiremos una y otra vez los ateos que si se toma una inexistencia de la mente, el asunto de dios se limita a la esperanza vana, de por sí, de que un buen día un amigo pitufo salido de la fe nos venga a saludar y a hacer "milagros".
La inconsecuencia en la idea teísta no puede producir más que risa. Un buen humor lastimero que produce también el niño que se cree lo de sant y lo de colacho y que se traga que si se porta bien le traerán jugueticos bonitos en la noche a través de la chimenea.
No importa que no haya chimenea en la casa por la pobreza o porque no alcanzó el dinero para la construcción. Al fin y al cabo la "fe mueve montañas" (*). Y ese es el círculo en donde se acomoda, fácilmente la persona creyente.
Mi mami dijo, mi papi también. Ergo y luego entonces ha de ser cierto.
La carcajada primera

pei ... dijo...

Ejemplares los dos. Nada que añadir.

Carmen /Nath dijo...

Creo que se le está dando muchas vueltas, cuando la respuesta es muy sencilla: La religión es un acto de fe, es decir, hay que creer. Así que el que no cree, no cree y punto.
La fe, como la inocencia no es flexible y va perdiéndose por el camino; pero no me refiero a entidades trascendentes, sino la fe como acto de creer en alguien o algo. Por lo tanto, intentar hacer sentir culpables a los no creyentes es una villanía por parte de quien intenta captarlos o, como dicen los católicos, reconvertirlos.
La persona que escribió esta carta, puedo decir y digo que, esta severamente aquejada por una depresión que, por lo que relata, se ha hecho crónica y necesita ayuda lo antes posible. No me extraña nada que muestre incomodidad y cierta ira hacia la pertinaz "reconvertidora".

Angie E.G. dijo...

jajaajajajaj!!!
Pos va a ser eso, Carmen. Le diremos que se lo mire.
(diagnóstico por internet en menos de 1 minuto, será un record guiness? jejeje)

Edwin Montero dijo...

Solución a las depresiones post dios: Nunca creer. Todo listo y se sigue siendo ateo.

Angie E.G. dijo...

Tú crees quel Petrus se habrá suicidao ya, Edwin? Que si lo suyo es tan urgente como dice Carmen, teniendo en cuenta que el mensaje es de hace unos cuantos 7 años...

Edwin Montero dijo...

Nop, ese tipo de depresiones pasan rápido. Son cuestiones momentáneas aunque... ¿No es cierto que hace rato no le vemos? En la de menos tuvo un intento de suicidio. Esperemos noticias :)

Juan Manuel Gasulla Roso dijo...

Pues efectivasmentes, nuestra adorable caramela49 acertó más que de lleno: tuve una depre de cojones y húbeme de suicidar porque no tenía otra salida. Desde entonces, soy mi espíritu que vaga errante entre las sombras del mundo en espera de encontrar mi cuerpo, que no sé ande cojones me lo dejé cuando lo tiré por ahí.
Esa depresión fue tan grave, que namás de recordarla me descojono de risa hasta desencajarme las mandíbulas espirituales.
¡ja, ja, ja, ja! ¡La Marilíu! ¡Recoños! ¡Que la tenía olvidada! Ja, ja, ja, ja. Gracias por traerla, Angie, que ya no macordaba della. ¡Claro! ¡Como que ahora soy espíritu suicidao y errante! Pues eso, a ver si me recompongo del cruel acto que cometí y me voy incorporando al mundo desde el ultramundo, que me he agenciao un enchufe fantástico para regresar.
¡¡Caramelaaaaaaaaaaaaaaaaa!! ¡Cuidao no me presente yo por las noches en tu casa junto a tu cama, en forma de susurro escalofriante, y te de un telele.
¡Buenas noches, amigos!
-El atormentao espíritu errante del Petrus-

Carmen /Nath dijo...

Pues colega, releete y dime que pensarias de una carta como la tuya.

Carmen /Nath dijo...

¿Acaso los Psi no son tan candidatos como cualquiera a una depre... o al Burnout? Conozco un caso de ese tipo, que palia su depre saliendo de copas con sus pacientes.
¿Acaso crees que están por encima de los demás humanos? ¡Venga ya!

Carmen /Nath dijo...

Muy fina tu ironía, Ángela... y va la tercera.
A bien tôt!

Angie E.G. dijo...

Pues no sé a qué te refieres con la cuenta que llevas, Carmen, así que si tú dices que van tres... así será.

A mí me ha resultado por lo menos aventurado por tu parte, leyendo a una persona que relata a otra el cómo y el porqué de su ateismo, tu comentario:

"La persona que escribió esta carta, puedo decir y digo que, esta severamente aquejada por una depresión que, por lo que relata, se ha hecho crónica y necesita ayuda lo antes posible."

Yo, por más que lo leo, lo que veo es la explicación de un proceso personal que lleva años... muy bien relatado, sincero y lúcido.
Encontrar patología crónica en eso y aconsejar que busque ayuda lo antes posible, tú me vas a perdonar, querida, pero ma ha hecho mucha gracia.

À bientôt, donc.

Juan Manuel Gasulla Roso dijo...

Ja, ja, ja, ja... ¡Ay, caramela! Como la Maleni: ¡antes partía que doblá! Ja, ja, ja, ja
-La proyección ectoplasmática del Petrus-

Juan Manuel Gasulla Roso dijo...

Y, caramela: ¿con qué ojos de lectura has leído tú ese escritillo? ¿Dónde ves los signos de depresión grave? ¿Con cuál de los prejuicios tuyos has leído eso? No es porque no valga lo tuyo, que si, que vale; o sea, que puede ser tenido en cuenta y discutirlo, de modo que lo podemos discutir si quieres desde el punto de vista que tú quieras.
No descalifico tu opinión, en absoluto; pero convendrás conmigo que al menos admite revisión crítica.
Un beso, ¡anda!
-Petrus Reloaded-

Carmen /Nath dijo...

Puede que antes partía que dobla, pero no voy de sobrada, como tú... colega, y gracias por la aclaración sobre la "no descalificación"... es un alivio.

Carmen /Nath dijo...

¿Revisión crítica? Pues claro, como no. Todo es revisable y, probablemente, yo más que nadie.

Carmen /Nath dijo...

La depresión no es un patólogía, ángela, es un desarreglo emocional. Revisa tus conceptos.

Carmen /Nath dijo...

Yo no amo demasiado a la vida. No le tengo demasiado apego a algo que no me gusta (sufrir y ver sufrir cada día sin ton ni son) y mis razones no son tan optimistas como otras. Más bien aguanto este tormento de la vida como puedo y tampoco tengo demasiadas razones par seguir vivo. También es cierto que, hoy por hoy y aunque la vida se me represente "un valle de lágrimas", no me resulta todavía tan insoportable como a otros.
Cuando alguien me descubre sus intenciones de suicidarse y me mira con el temor de mi respuesta impreso en sus ojos, no tengo demasiadas razones que darles para que no lo haga. Mucha gente se suicida con razón.
No. Entre mis razones no se encuentra precisamente el amor incondicional a la vida, pero no sé por qué sigo vivo ni por qué, a pesar de los pesares, eso sigue sin contar conmigo.
Ya digo: no soy tan optimista como otros y moriré sin saber por qué he vivido. Si el balance de esa vida es bueno para mi y para otros, mejor; incluso es probable que en ese momento sienta alguna sensación de satisfacción. He aceptado morir sin más esperanza que cerrar los ojos y desaparecer para siempre, quedando de mí, a lo sumo, poco más que un recuerdo vago en la memoria de mis nietos y que se extingirá al poco, como lo más duradero de mi existencia.


Puede que estes de vuelta de todo, pero yo no. Puede que sea más jóven y optimisma que tu; puede que aún no me haya "endurecido", puede que tenga más fe en los seres humanos y en la vida; puede que... Pero a mi me llega una reflexión de ese tipo de un paciente mío.. y se me encendería alguna luz de alarma. ¿A ti no?

Angie E.G. dijo...


Revisaré, revisaré..
Lo que me parece es que se llama depresión a cualquier desarreglo emocional, basándose en la desgana, la tristeza, la melancolía, etc...
Una depresión (más, severa y crónica como decías tú) sí es una patología. Hay multitud de trabajos serios sobre ella. Yo no soy quién para desmentirte, pero puedo decirlo por lo aprendido.

A mí me sabe mal que te lo tomes así, Carmen, pero anda que decir que no vas de sobrá y Petrus sí... joer!

Juan Manuel Gasulla Roso dijo...

He de reconocer que tenías razón caramela. Ese escrito es el de un depresivo grave que precisa atenciòn médica urgente. No te lo voy a discutir. Eso es así, sin discusión posible.
Un saludo, y lamento haberte importunado con mis bromas irrespetuosas. No soy quién para hacer eso. Te ruego que aceptes mis condolencias y mis sinceras disculpas.
Un abrazo.
-El loco del Petrus-

Angie E.G. dijo...

Qué pena que nunca se pueda seguir una conversación hasta el final por no querer molestar. No entiendo tanta susceptibilidad a flor de piel. Habría sido interesante saber lo que cada uno ve, por qué, averiguar cuanto hay de verdad en lo de cada uno... razonar.. en fin, comunicarnos.

Pos nada... habrá que decir amén a todo, sea lo que sea.
O limitarse a dar los buenos días, el parte del tiempo y ver fotos y videos.

Edwin Montero dijo...

Clap, clap, clap, sinceros claps para tu post anterior Ángela.

A dar parte del tiempo, ver fotos y vídeos a eso voy.

Ando depresivo también. Una severa depresión por ser ateo, por ser diferente a los demás porque, además de ateo, soy un reverendísimo escéptico de los psicos como ya lo he apuntado. Ni sicos, ni dios.

Me voy.

marea_alta (rata alada) dijo...

hay cosas que no entiendo... muchas..y espero seguir asi... porque no entender quiere decir que me hace reflexionar sobre ello..lo que me molesta es no comprender.. y no comprendo que alguien se enfade porque se le lleve la contraria, o porque no se le de la razon... o porque haya gente que piense diferente...
yo no podria ser yo, sin la diferencia, prefiero la diferencia... aunque no tenga la razon.

.-y todo esto a que viene, marea..
- a eso a esto y a nada..
-ah bien..
-pues eso.

marea_alta (rata alada) dijo...

y ahora que me fijo.....
esto esta lleno de ñicologos.....y encima ninguno argentino.... que miedo.

Angie E.G. dijo...

Qué bien.. ha subido la marea! jajaja
Un poco de aire fresco siempre se agradece, que no?

Lo malo, Marea es suponer que uno solo puede enseñar, no aprender.
Eso es lo peor, sobre todo para un psi... saberlo todo de antemano, sin preguntar, sin escuchar la respuesta, vaya una psicología!

Yo lo siento un montón. Si lo sé no digo nada (jejeje a quién quiero engañar? cómo si eso fuera posible, anda que...!!)
Sobre todo, que donde se dice "à bientôt" lo que en realidad se estaba diciendo era "à jamais". Una pena, sí.

(oye, la dislexia se pega? vaya un lio de letras que me había salido)

marea_alta (rata alada) dijo...

pues que se le va a hacer... yo creo que cuando alguien se va.. siempre pierden dos.


y yo no me refiero a aprender.. que yo lo se todo de todo... eh.. no me confundas con vosotros, la plebe inculta.

marea_alta (rata alada) dijo...

y ahora que os pillo a todos los ateos juntos... voy a poner algo (tengo el permiso de angela, alias lajolis)... que escribi hace tiempo.... en realidad es mas una forma de rebelarse pero sin rebelion.....la fe a veces pide sacrificios, pero estoy segura de que los ateos tambien hacen sacrificios a pesar de sus deseos, por etica o por estetica.. da igual, no creo que el motivo sea lo importante.. hale.. y despues podeis poner a parir a la iglesia.. a ella y a mi, nos va a dar igual.. VA POR TI.. ANGELA.

EGO TE ABSOLVO

Amanda no le dijo a nadie a donde iba. No estaba bien visto y menos en aquella pequeña ciudad y menos en aquella época y menos en aquella familia y mucho menos que saliera sola, no era costumbre, que no lo dijera.
Entro en la iglesia, no era hora de misa ni de confesión ni de rosario, no era hora de que nadie entrara en la iglesia y, menos aún, Amanda y sola.
 
El sacerdote miro a Amanda con extrañeza y ella lo interpreto como recriminación, pero, le dio igual.
-Padre, quiero confesar
-Amanda, no creo que sea tan urgente para que vengas a esta hora.
.Padre, no vengo a que usted me confiese, vengo a confesar.
El cura no supo contestar, aquello era inusual, Amanda nunca le había hablado con tanta displicencia.
La mujer se sentó y el sacerdote, atónito y contrariado, la siguió.
 
.-Padre, le amo –el sacerdote hizo intención de levantarse, pero Amanda le paro con la mano,-no padre, no es a usted, déjeme hablar por favor.
Le amo como en otro tiempo a mi marido, le amó como amé a mi marido y como una mujer que desea, pero le amo así y de manera diferente, le amo como amante, le amo como amé a mis padres muertos, le amo como parí a mis hijos. Así le amo. Como a un marido, un padre, un hijo, un amante pero, distinto.. a ellos los amé como esposa, como  hija, como madre y a él lo amo como animal. Quisiera parirle, cuidarle, obedecerle y acostarme con él, eso es lo que hace diferente este amor. Quisiera ponerme en su lugar, ser él. Eso no lo he sentido antes, Padre, y quisiera explicarlo y explicarme y no se, pero es así y así es. Porque sólo a su lado me pregunto lo que nunca me había preguntado, me pregunto si merezco ese amor, si nos lo merecemos los dos, me pregunto si existe el amor o somos él y yo, p

Juan Manuel Gasulla Roso dijo...

¡Caray, mareaalta! A mí me da un telele cada vez que "enfoco" con Teresa de Ávila (Santa Teresa) o con los místicos españoles o alemanes.

Me da un telele cuando ocasionalmente me escapo a una abadía que hay por aquí cerca (Abadía de Montserrat) a media tarde a escuchar cantar el rosario y las loanzas de la Virgen a un coro de criaturas y monjes benedictinos (amantes ellos del lujo, ¡qué le van a hacer!), y me enmimismo en mi mismo arrebatado por el lugar, el canto y la espiritualidad que rezuma hasta por los chorretones de humo de cera derretida de miles de velas, que ennegrecen el techo, las paredes y la platería de las increíbles lamparas donadas por los más importantes orfebres de Cataluña durante la vida del Monasterio.

Yo soy ateo piuro y duro, pero creo que no soy demasiado imbécil, y uno puede sacar de dentro de sí mismo todo ese chorro de oro "espiritual" que sólo lo puedo percibir en determinadas circunstancias, ocasiones y lugares. Me da igual que esos lugares sean considerados santos o paganos. Sólo me importa sentir eso tan cercano a lo que tú narras, que sólo podemos sentir en contadísimas ocasiones.

Ya digo: yo ando a ver si lo provoco en un concierto, escuchando al coro de niños cantando o rezando, en la que es, sin duda, mi iglesia preferida (Santa maría del Mar de Barcelona) escuchando el Requiem de Mozart, o un concierto de guitarra en la Iglesia del Pi, también de Barcelona. Pero también viendo una película o charlando con Angie, o con quien sea que te cuenta cosas del alma.

Le podemos arrancar al espíritu algunas briznas de su esencia en pocas ocasiones, y no siempre cuando lo provocas o te gustaría sentirlo.

Yo no puedo sentir eso que tú cuentas ahí tan bien contado, porque no me empuja nada a gestar ni parir ni a ser tan animal como para meterlo y sacarlo después. No soy más que hombre del género masculino, descreído del todo, pero sensible a mí mismo y a lo que otros te ofrecen, te dicen, y te dan como un don sin nada a cambio.

Así que yo te agradezco ese estremecimiento que nos has dejado como un regalo, y sólo cabe aceptarlo como eso, como un regalo, como un don, porque poco se te puede dar a cambio que le esté a la altura.

Modestamente, te doy lo que tengo: mi agradecimiento.

marea_alta (rata alada) dijo...

Muchas gracias, Jm.... me alegro infinito que te haya gustado...
me recuerdas a mi padre (jajaja, trranquilo, en alguna frase,).. el, un ateo convencido y ademas contento de serlo.. solia decir...
"soy ateo pero tonto no, reconozco la belleza de lo espiritual cuando es de verdad".