martes, agosto 07, 2012

Buscando nuevo sitio

En algunos grupos están intentando encontrar alguna cosa parecida a multiply para dejar esto antes de que nos echen.

De momento, entre los que he visto, esto tiene bastante buena pinta.
Los iré dejando aquí para no perderlos:

http://www.runboard.com/


http://www.yuku.com/

http://www.weebly.com/?lang=es

miércoles, julio 25, 2012

“La mamandurria”, canción del verano

“La mamandurria”, canción del verano

Una vez más, lideresa, su labia nos ha recordado que todos somos contingentes pero usted es necesaria. No contenta con gobernar Madrid incluso mejor de lo que dios manda, con hacerle la oposición a Mariano cuando Rubalcaba se pone pactista, y con ser condesa que pasa frío a fin de mes, que debe ser lo más engorroso, nuestra esperanza, Aguirre, nos ha ofrecido a los poetas patrios el título de la canción de este verano: La mamandurria.

Como es muy posible que muchos de los lectores de este periódico rojo de mierda no hayan tenido el empuje y el coraje para estudiar en un colegio de pago, y se expresen desde el minifundio léxico, habrá primero que explicar que una mamandurria es una prebenda, un sueldo por la jeta, una ganga desmerecida, una sinecura.

“Los subsidios, subvenciones y mamandurrias tienen que acabarse”, fue lo que dijo la lideresa el lunes. Lo de los subsidios no va conmigo ni con ningún otro trovador. Supongo que se refiere a los parados, los ancianos, los huérfanos, los enfermos y los discapacitados que están chupando del bote. Tomen nota. Es su problema. Lo de las subvenciones irá por los sindicatos, partidos, museos, auditorios, editoriales, periódicos y ONGs. Otros piernas. Pero las mamandurrias, las mamandurrias solo pueden ser patrimonio de los juglares, con su sonoridad a bandurria y sexo oral, con su arcaizante quevedismo, con su casi no estar en el diccionario.

En cuanto nuestra Generalísima autonómica exhaló la palabra mamandurria por sus labios aclavelados, supe que, como poeta, se me había signado una misión. La de escribir la canción de este verano: La mamandurria.

El tema de la canción del verano no es baladí. Como todo el mundo sabe, las más altas distinciones que puede alcanzar un intelectual español solo son accesibles por dos vías: poniéndole letra al himno nacional, para cantarlo antes del fútbol y de las reconquistas de Perejil, o escribiendo la canción del verano. Dejémonos de églogas.

El himno español es casi imposible de letrar, pues su delicada dodecafonía, y lo aterciopelado de su evolución tonal, invitan más al cursileo pastoral que a la exaltación de una patria gloriosa y rescatada como la nuestra. Sería peor que ponerle letra a la irritante precisión de las Variaciones Goldberg. O casi.

Pero la canción del verano es otra cosa. La canción del verano, en España, siempre ha sido canto avant-la-lettre, anuncio de tiempos nuevos, partitura de futuro, trémolo de modernidad. A finales de los 60, Manolo Escobar denunció con una canción de verano, Mi carro, los peligros de la sobreindustrialización y del Seiscientos. Con lo bien que estábamos de santos inocentes con nuestra milana bonita y nuestro carro. Pero España no comprendió a Manolo y se compró el Seiscientos. Y así nos fue.

En los irascibles 80, Georgie Dann abría las puertas a la cultura del pelotazo cantándonos El chiringuito, un himno que en España todavía permanece vigente, y aun se tararea mucho en los solemnes consejos de administración de las cajas de ahorro y en los plenos de las diputaciones provinciales.

Poco más tarde, cuando nuestros ricos se inventaron la burbuja inmobiliaria para después robarnos por encima de nuestras posibilidades, se necesitaba mano de obra extranjera para enladrillar dicha burbuja, y surgió el Mami qué será lo que quiere el negro. El efecto llamada de esta canción fue impresionante. Vinieron de África, de Sudamérica, de Filipinas y de otros allendes un montón de esclavitos de color a construir aeropuertos sin ruidos, como el de Castellón, y hoteles Algarrobicos. Y hoy estamos pagando aquellos polvos con los lodos de una Selección sub-21 plagada de españolitos mulatos y otros contradioses.

Ahora Nuestra Esperanza nos insta a los poetas a que escribamos una letra para La mamandurria, en plan canción protesta, que conciencie al populacho y a la grey de que cobrar el paro es de vagos, de que subsidiar las sillas de ruedas de los inválidos es rodar por encima de nuestras posibilidades, de que los pequeños oligarcas analfabetos se la jugaron ellos solos al invertir en preferentes, y de que los achaques de los viejos son un cuento para ir a perder al tute en las salas de espera de la seguridad social con el agua gratis. Todas estas mamandurrias han abocado a nuestros bancos, despellejados tras hacernos millonarios a todos, a solicitar un rescate europeo. Y eso ya es inadmisible.

Escribiré esta letra en honor de Nuestra Esperanza: La mamandurria. Las condesas siempre han detestado las mamandurrias. Y a esta condesa, en particular, se la nota tan honrada que nunca se le ha visto meter mano ni en su propio bolso. Aunque tamaña demostración de honradez obligue a que paguemos la ronda de su crisis los demás. Un sacrificio que haremos por España y que nos honra como ciudadanos mientras ella canta:

Dale a tu cuerpo alegría, mamandurria

Duerme en palacios de condesa mamandurria

Cierra hospitales y colegios mamandurria

Heeeeey, mamandurria.

¡Ouops!




miércoles, enero 18, 2012

Careless Whisper

Esta no la he puesto por aquí, no? Eso hay que remediarlo, mientras se pueda, que los yanquis están empeñados en dejar en bragas a la mismísima Sinde y nos van a joder bien jodidos.

Venga un baile bien agarrao  :-) que estoy saturada de políticas y miserias.



martes, enero 17, 2012

Parábola de los gobiernos ludópatas

Rosa María Artal – Comité de Apoyo de ATTAC España

Antes, un largo preámbulo explicatorio. Según nos cuentan las encuestas y amplían los medios, un número relevante de españoles (dejémoslo así) aceptan de buen grado los recortes del gobierno del PP, y siguen muy contentos con que este partido nos rija por todas partes, y use la tijera cuanto sea menester.

Ocurre que más del 54% se informa a diario por radio y televisión. En los datos del CIS vemos que solo el 16% leen las noticias económicas en los periódicos, y un exiguo 11% busca información acerca de la economía en Internet.

Un zapping de telediarios en fin de semana nos muestra las trascendentales diatribas en el PSOE para saber qué candidato a secretario general tendrán, y luego ya, después si eso, hablaran de ideas -más o menos lo explica de esta forma Marcelino Iglesias-. Y al PP que ha sido llamado inmediatamente, declarar que los socialistas son una caca y que nadie mejor que ellos. Nos darán también cumplida cuenta de secuestros de niños, de cómo se parte en dos una nave, de cómo se cae un globo aerostático causando la increíble cifra de 11 muertos en Nueva Zelanda, veremos las carreteras con tráfico porque hay gente que disfruta en estas fechas como de tres semanas de vacaciones y ahora vuelven, descubriremos también que hace frío -o calor- y recibirá atención preferente el mundo feliz de las rebajas.
En economía nos darán la versión del FMI sobre Grecia, ese país en el que el año 2011 de duros ajustes ha duplicado el paro (hasta el 18%) o ha triplicado los suicidios, pero que va a quebrar si no hace más “ajustes”, hundiendo la UE con su 2% del PIB de la Unión. Pero que para eso ya están Merkel y Sarkozy apañando por su cuenta el euro, las medidas, países, ciudadanos, y todo lo que tengan a bien apañar. Y este señor que medita en secreto y en ausencia de presencias y declaraciones públicas, va a ver si se agencia un asiento también al lado de #merkozy que son los barandas del cotarro. Este señor.

Si no me hubieran aplicado un ERE, hace ahora 4 años justos, si -de seguir trabajando- consiguiera vencer las terribles inercias que hoy imperan, si me abriera paso entre las “Rosasmárquez” del mundo que venden pianos consumistas con voz cantarina, o los “informativos” tan complacientes con el sistema y la distracción decretada, contaría lo que importa. ¿Se entenderá aún? Digo en ese sector de mayoría que se cree informada porque mira y oye lo que le cuentan, sin un gramito de espíritu crítico.

Por si acaso lo resumiré en una parábola –idea de un brillante y discreto familiar-, que no sé si seré capaz de plasmar adecuadamente. Lo redactaré como para un cierre bonito.

Parábola de los gobiernos ludópatas

El portavoz equis del PP, como hubieran hecho el equivalente del PSOE, ha vuelto a declarar que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” y que por eso, congelan, cortan y trinchan los derechos, e incrementan las obligaciones. Pero este equipo de investigación ha descubierto a nuestros gobernantes presentes y futuros, como ven, jugándose el presupuesto en el casino con sus amigos financieros y empresarios. Cuanto más pierden, más juegan.
Por eso acuden de casa en casa a llevarse el televisor –de plasma o como sea-, todos los ordenadores, la lavadora, el frigorífico, el colegio de la esquina, el ambulatorio, la farmacia… salivando en deseo compulsivo, los malvenden a quien sea –mejor si son colegas de juego- , y corren a apostar en la ruleta. Y vuelven a perder.
Vienen ya a por los alimentos de la despensa, a por el autobús, el metro y los trenes, las autopistas, las autovías, las carreteras, las aceras…

-“Nuestras arcas están vacías, y ante la grave situación, vamos a apostar todo lo recaudado a ver si esta vez nos resarcimos de las pérdidas. Al negro en lugar de al rojo. Y porque no hay azul”, declara con esta expresión que ven el ministro de economía.

Moraleja: el mal de fondo está en la ludopatía, no en haber vivido “por encima de nuestras posibilidades”. Nunca serán suficientes los fondos para quien padece el impulso irrefrenable de jugar y apostar… con dineros ajenos.


Lo que significó el discurso del Rey

Lo que significó el discurso del Rey o la crisis de la legitimidad de la democracia española

El aplauso de más de dos minutos de duración, de la mayoría de los parlamentarios de las Cortes españolas, a la figura del Rey en su entrada a tal cámara legislativa fue una muestra de agradecimiento al Monarca por haber intentado salvar la dignidad institucional de la Corona y de las Cortes –en teoría, los representantes de la ciudadanía española- al señalar en su discurso de Navidad, que nadie puede estar por encima de la ley. Su frase de que “todos son iguales ante la ley” intentaba dar el mensaje de que todos aquellos que abusan de su autoridad institucional en cualquier rama del Estado para enriquecimiento propio deben ser juzgados, incluyendo su yerno.

Creo, por cierto, que los medios quisieron ver en el discurso del Rey una condena en la figura de su yerno más fuerte de lo que el Monarca intentó. Pero tanto los medios de información como la mayoría de los parlamentarios deseaban tan fervientemente que el Rey hiciera tal referencia al yerno, que oyeron lo que deseaban oír, aunque el Rey no hiciera ninguna referencia a su familiar, por mucho que los medios así lo desearan e interpretaran. De ahí la queja del Rey a los propios medios.

Pero tal aplauso puede significarle a las Cortes españolas también un elevado coste, contribuyendo a su desprestigio. Es más que probable que el famoso y esperado juicio al yerno –si es que se produce- quede en agua de borrajas. La Justicia en España es bien conocida internacionalmente por su lentitud además de por su conservadurismo y excesiva docilidad hacia los grupos poderosos. Véase, entre muchos otros ejemplos, el bochornoso caso Palau de Catalunya, todavía no resuelto, o el caso Garzón, el único Juez que se atrevió a cuestionar los crímenes del franquismo, que ha terminado siendo juzgado por el mismo Tribunal Supremo.

Estos y muchos otros actos están desacreditando nacional e internacionalmente a la Justicia española. En el programa de humor de mayor audiencia en EEUU se comentaba que de la misma manera que Bolivia -que no tiene mar- tiene un Ministerio de Marina, España tiene un Ministerio de Justicia. Las fuerzas profundamente conservadoras que todavía controlan grandes aparatos del Estado están dando una imagen muy penosa de lo que es la Justicia en España. De ahí que la esperanza de que se haga justicia sea tan baja, y que la judicatura sea uno de los sectores del Estado más impopulares.

El descrédito de la democracia
El gran descrédito de las instituciones políticas y judiciales no se debe primordialmente a la corrupción en tales instituciones, por muy serio que sea este fenómeno. El eslogan de los Indignados de que “no hay pan para tanto chorizo” define bien el problema. Pero el eslogan más dañino para la clase política es el de “no nos representan”. Y la mayoría de los representantes se están ganando a pulso tal definición.

El comportamiento escasamente democrático de las opciones políticas gobernantes alcanza unos niveles que requieren una condena y denuncia que no se ha dado en el establishment español. Baste comparar la respuesta del establishment británico a lo que ha ocurrido en Gran Bretaña con los recortes del gobierno Cameron, con el silencio ensordecedor del establishment español frente a los recortes del gobierno Mas en Catalunya y del gobierno Rajoy en España. En todos estos casos, los partidos gobernantes en sus campañas electorales habían prometido que no realizarían los recortes que ahora están haciendo. Prometieron repetidamente no hacerlos, lo cual no fue obstáculo para que, una vez elegidos, los hicieran con toda rapidez

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En Gran Bretaña hubo un gran revuelo dentro del establishment británico. Nada menos que el Arzobispo de Canterbury, líder espiritual de la Iglesia Anglicana, Rowan Williams, denunció al gobierno Cameron por no respetar el mandato popular y cínicamente ocultar sus intenciones reales. Definió tales medidas como legales, pero no legítimas. En Catalunya y en España, los recortes han sido sustanciales, actuando con el mismo cinismo. Un conocido dirigente de la coalición gobernante de Catalunya incluso aclaró que “si hubieran anunciado los recortes, la gente no nos habría votado”. El grado de cinismo y falta de sensibilidad democrática es enorme y explica el enorme descrédito de la clase política que, repito, no se debe primordialmente a la corrupción, sino a su falta de compromiso democrático. De ahí que la crítica “no nos representan” no proceda de un movimiento antidemocrático, sino al revés, procede de un movimiento (los indignados) auténticamente democrático, que exige que exista democracia en España.

El establishment, mientras tanto, ha mantenido un silencio ensordecedor. Es inimaginable que el Arzobispo y Cardenal Rouco Varela criticara al gobierno Rajoy, o el Abad de Montserrat o el Cardenal de Barcelona denunciaran al gobierno Mas por no cumplir sus promesas. Lo único que han hecho es enfatizar la necesidad de que se elimine el aborto. Este comportamiento dice mucho del sentido de la moralidad que entiende y tiene una institución que se define como la portadora de la moralidad pública.

Una situación un tanto semejante ocurre con los medios de mayor difusión que, salvo contadísimas excepciones, no han denunciado la falta de compromiso democrático de los partidos que realizan políticas que no estaban en sus programas y que violan las promesas hechas, práctica que se ha dado comúnmente durante todos estos años. Esto está llevando a una crisis de legitimidad enorme que el aplauso al discurso del Rey por parte de las Cortes españolas ni capta, ni entiende. Como bien dijo un Indignado de Terrassa en un acto reciente, “Se están cargando la democracia española y ni siquiera se enteran”.

Vicenç Navarro

sábado, enero 14, 2012

ABC - Hoy no interesan los mercados


Ayer, portada triunfante de ABC, lloviendo billetes sobre España porque los mercados premiaban nuestros "ajustes"

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Hoy la rebaja masiva (y espera que no sea "más IVA") de nota, debe ser solo anecdótica  :-P


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