domingo, diciembre 14, 2008

Redondas inocentes gotas



Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.

Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.


Julio Cortazar - (Aplastamiento de las gotas-Historias de Cronopios y de Famas)


4 comentarios:

CHEEKY IRISH dijo...

qué relato tan bello

Angie E.G. dijo...

Huy.. eso es de lo primero que puse al llegar. Luego me encontré con ese texto dicho por Cortazar y pensé ponerlo aquí, pero se me fué pasando y no lo puse.
Ahora que lo has vuelto a subir, lo voy a añadir.
Adoro a Cortazar :)

Angie E.G. dijo...

Ah... la orquídea es mía :-)

Juan Manuel Gasulla Roso dijo...

¡Qué voz tan grascosa la de Cortázar!

Las orquídeas, chulísimas. Con sus gotitas y todo. Las que se suicidan y las que se agarran con todas las uñas.