He visto que le preguntaban al Zapatero sobre si les subiría los impuestos a los ricos y a los hiperricos. Ha puesto cara de bobo y ha dicho que eso no está contemplado para el final de la legislatura.
O sea, este tío se larga jodiendo a la clase media y baja, y protegiendo a las clases privilegiadas. Aquí pasará algo gordo.
Pero por muy cabreados y muy hasta los cojones que esté el populacho, hay una de esas leyes que regulan los comportamientos de las sociedades que se llama "proporciòn crítica", que la conocen ellos tanto como nosotros y que regulan los picos y valles de agitación social.
A partir de un porcentaje determinado de malestar social, el riesgo de conflicto se incrementa de un modo geométrico, por contagio social.
Hoy día, a través de las redes sociales el contagio es más rápido, y el porcentaje de gente cabreada, mayor. Y no hay modo de parar lo de las redes sociales (mensajes a móviles, correo electrónico, foros) si no se perjudica gravemente la convivencia. Y cortando incluso esas vías "nuevas" de propagación, la cosa estalla, como en Libia, Túnen, Egipto, Siria, etc.
Lo que ha ocurrido y está ocurriendo en esos países es un ensayo general, un laboratorio de experimentación social. Es relativamente fácil construir las redes sociales en esos países, y compararlas con las nuestras. Influimos hasta seis grados de distancia, y estamos influidos en la misma medida y distancia.
Para que se organice una repulsa social masiva, no basta con estar cabreado, que es la primera condición, sino que es preciso alcanzar esa masa crítica. Entonces, cualquier iniciativa desencadena una ola, como ocurrió con el 15-M.
Ahora, la chispa ha sido la redorma de la Constitución. El prodigio de inteligencia de Zapatero no mira más allá, y esto le costará muy caro a esa mamarrachada de políticos que se dicen ser de izquierda y les deben hasta los calzoncillos a las cajas y bancos. De nuevo, bastará que se reorganice una acción social bien dirigida para que el movimiento social de protesta cuaje. Y en esta ocasión, con unas elecciones generales a vista de unos días, de modo que las circunstancias varían un poco, y las estrategias también.
Yo no engo ni idea de política, pero leo mucho. Je, je.
Así como hasta no hace mucho el temor y el índice de riesgo de conflicto social era la tasa de paro laboral, ahora ese riesgo parece más o menos controlado, hasta un límite. En verdad, nadie sabe con certeza cuál es el umbral de la conflictividad social a partir del único dato de la tasa de paro, porque existe en nuestras sociedades "la economía oculta"
Ayer vi la noticia del dato publicado por el Banco de España sobre que ha aumentado la masa total de dinero que los emigrantes remiten a sus países de origen, cuando, precisamente, es entre los emigrantes entre quienes se da la mayor tasa de paro. ¿Cómo puede ser eso? ¿Cómo puede ser que esas personas que están en el paro y ya no cobran prestaciones sociales, hayan incrementado la cantidad de dinero que envían a sus países de origen?
Está claro que siguen trabajando y que ganan incluso más que antes. ¿Por qué? Pues por la llamada "economía sumergida" Aceptan trabajos sin contratos, sin garantías, trabajan en muchos sitios diferentes y cobran por horas, etc.
Así que el indicador actual no parece que sea precisamente la tasa de paro, cuyos efectos negativos parecen absorbidos por el sistema social. El riesgo actual es el descontento político en la izquierda. Veremos cuánto efecto de marea tiene ese descontento, para alcanzar la masa crítica de protesta y de cambio político.
Debemos estar a punto de estallar. Hay un indicador clarísimo: en yankilandia y en Sarkolandia (gente que entiende de revoluciones), los multimillonarios están empezando a pedir que se les aumente los impuestos. Extraño? :-P
9 comentarios:
vaya ....
He visto que le preguntaban al Zapatero sobre si les subiría los impuestos a los ricos y a los hiperricos. Ha puesto cara de bobo y ha dicho que eso no está contemplado para el final de la legislatura.
O sea, este tío se larga jodiendo a la clase media y baja, y protegiendo a las clases privilegiadas. Aquí pasará algo gordo.
Pienso que parte del pacto con MR es que ese aumento lo haga él. Veremos.
JM, aqui no pasara nada, somos un atajo de cobardes.
Pero por muy cabreados y muy hasta los cojones que esté el populacho, hay una de esas leyes que regulan los comportamientos de las sociedades que se llama "proporciòn crítica", que la conocen ellos tanto como nosotros y que regulan los picos y valles de agitación social.
A partir de un porcentaje determinado de malestar social, el riesgo de conflicto se incrementa de un modo geométrico, por contagio social.
Hoy día, a través de las redes sociales el contagio es más rápido, y el porcentaje de gente cabreada, mayor. Y no hay modo de parar lo de las redes sociales (mensajes a móviles, correo electrónico, foros) si no se perjudica gravemente la convivencia. Y cortando incluso esas vías "nuevas" de propagación, la cosa estalla, como en Libia, Túnen, Egipto, Siria, etc.
Lo que ha ocurrido y está ocurriendo en esos países es un ensayo general, un laboratorio de experimentación social. Es relativamente fácil construir las redes sociales en esos países, y compararlas con las nuestras. Influimos hasta seis grados de distancia, y estamos influidos en la misma medida y distancia.
Para que se organice una repulsa social masiva, no basta con estar cabreado, que es la primera condición, sino que es preciso alcanzar esa masa crítica. Entonces, cualquier iniciativa desencadena una ola, como ocurrió con el 15-M.
Ahora, la chispa ha sido la redorma de la Constitución. El prodigio de inteligencia de Zapatero no mira más allá, y esto le costará muy caro a esa mamarrachada de políticos que se dicen ser de izquierda y les deben hasta los calzoncillos a las cajas y bancos. De nuevo, bastará que se reorganice una acción social bien dirigida para que el movimiento social de protesta cuaje. Y en esta ocasión, con unas elecciones generales a vista de unos días, de modo que las circunstancias varían un poco, y las estrategias también.
Yo no engo ni idea de política, pero leo mucho. Je, je.
Así como hasta no hace mucho el temor y el índice de riesgo de conflicto social era la tasa de paro laboral, ahora ese riesgo parece más o menos controlado, hasta un límite. En verdad, nadie sabe con certeza cuál es el umbral de la conflictividad social a partir del único dato de la tasa de paro, porque existe en nuestras sociedades "la economía oculta"
Ayer vi la noticia del dato publicado por el Banco de España sobre que ha aumentado la masa total de dinero que los emigrantes remiten a sus países de origen, cuando, precisamente, es entre los emigrantes entre quienes se da la mayor tasa de paro. ¿Cómo puede ser eso? ¿Cómo puede ser que esas personas que están en el paro y ya no cobran prestaciones sociales, hayan incrementado la cantidad de dinero que envían a sus países de origen?
Está claro que siguen trabajando y que ganan incluso más que antes. ¿Por qué? Pues por la llamada "economía sumergida" Aceptan trabajos sin contratos, sin garantías, trabajan en muchos sitios diferentes y cobran por horas, etc.
Así que el indicador actual no parece que sea precisamente la tasa de paro, cuyos efectos negativos parecen absorbidos por el sistema social. El riesgo actual es el descontento político en la izquierda. Veremos cuánto efecto de marea tiene ese descontento, para alcanzar la masa crítica de protesta y de cambio político.
Debemos estar a punto de estallar. Hay un indicador clarísimo: en yankilandia y en Sarkolandia (gente que entiende de revoluciones), los multimillonarios están empezando a pedir que se les aumente los impuestos. Extraño? :-P
buena observación, owl.
Juan Manuel....Res de Res, lo veras
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