Aquella bañera llena de clicks...

La noticia, es que ha muerto el creador de los muñequitos esos, los de los brazos tiesos y las pelucas rígidas intercambiables.

Y a mí, ese señor, no voy a decir que me haya dao pena su muerte, porque hasta hoy, ni había pensado en que existiera, la verdá. Pero que sí, que fué al que se le ocurrió un día hacer muñequitos pa niños... era algo que estaba ahí, pendiente de que a alguien se le ocurriera.

Desierto del todo no estaba el terreno, que ya había, recuerdo yo, unos muñecos de plástico que vendían en sobres sorpresa (porque nunca se sabía lo que te iba a tocar), y eran unos horrorosos engendros, la mayoría vaqueros o indios, con sus caballos correspondientes, mitá y mitá. Venían pegados unos a otros por sus cachitos de plástico que había que despegar, y para tener un indio o un caballo entero, juntarlos apretando para que encajaran, los de caballo... las piernas eternamente arqueadas esperando su caballo, los que no, tenían una plataformita en los piés pa que no se cayeran y quedaran bien tiesos.

Con ese panorama, la llegada de los cliks fué la bomba.

Unas cajas llenas de muñequitos articulados, con su de tó de tó: los de la construcción, con sus carretillas, sus ladrillos, palustres, grúas, andámios... los sanitarios, sus ambulancias, sus camillas, sus helicopteros, sus enfermeras.... los piratas, sus barcos de velas, sus cañones, sus patas de palo y sus loros pal hombro... joer, yo alucinaba! Mucho más que mi hijo, claro, que no tenía con qué comparar aquello.

Recuerdo el baño diario de mi hijo, llegando de la calle, comío de mierda de haber estado con el patinete (luego se les llamó skate board, pero ya no tenían el mismo encanto) bajándo la calle sentado en él y frenando con las manos y lo que pillara, sentado, porque pa estar de pié no tenía la edad ni el equilíbrio necesarios todavía, la cara llena churretes de haberse peleao con los amigos y acabar llorando por lo más mínimo (que siempre ha sido muy llorón él). Y esa bañera! Había que dárselos todos, la colección completa de clicks, y los iba poniendo en fila por todo el borde: Los caballeros del castillo, con sus espadas y sus capas tiesas, el rey... que no le encajaba bien la corona y antes de quitar el tapón a la bañera había que buscársela por el fondo, no se fuera a perder... los cerdos y otros bichos de la granja...

Luego salieron los mádelman... pero esos ya, no me gustaban a mí, aunque también se los metiera en la bañera y tuviera que recogerlos, aunque fuera menos trabajoso porque eran más grandes y cabían menos... no eran lo mismo.

Eso... que me he acordado de mi niño en su bañera, con sus cliks, de cómo era aquello de estar haciendo de padre pa jugar con él y de madre pa recogerlo todo luego, lo trabajoso que era eso de estar tol día recogiendo trastos, de jugar con él a juegos de niños y.... ni sé cómo se llama el pollo ese que inventó los cliks, pero m'he llevao un disgusto cuando me he enterado de que había muerto.

Angie