jueves, diciembre 30, 2010

Y las pensiones privadas?

Una pregunta para aquellos reformistas que plantean el impepinable recorte de las pensiones. Y las ayudas públicas a los fondos de pensiones privados ¿cuándo las reformamos?

Me refiero a esa desgravación para los planes de pensiones, un producto financiero tan típico como el turrón ahora que se cierra el año fiscal. En teoría, es un incentivo para que los ciudadanos ahorremos para la jubilación. En la práctica, es una ayuda completamente desigual donde reciben más los que más ganan: los que más pensión cobrarán y pueden permitirse ahorrar. También es una subvención indirecta a los bancos, que son los grandes beneficiados de este mecanismo que creó el PSOE en los años de Felipe y que ni Aznar ni Zapatero han querido eliminar.

Los fondos de pensiones privados rara vez dan rendimientos por encima de la inflación. El verdadero beneficio es la desgravación fiscal. Es una ayuda muy poco igualitaria: la desgravación –hasta 4.300 euros menos en el IRPF por 10.000 euros invertidos– supone una cuantía mayor para las rentas más altas; en términos absolutos se ahorran más los que más tienen, que retrasan así el pago de esos impuestos hasta que cobren la jubilación (y tengan un tipo del IRPF inferior).

Como siempre, la banca gana: es el Estado quien incentiva la venta de estos fondos con los impuestos que deja de recaudar. Sin desgravación fiscal, los bancos tendrían que ofrecer más rentabilidad. No es el famoso chocolate del loro (ese loro ya murió de diabetes). Según los Presupuestos Generales, esta desgravación costará 1.443 millones en 2010. Por comparar: el Estado tiene previsto gastar este año en las pensiones privadas casi tanto como lo que se ahorra al congelar las pensiones públicas (1.500 millones). ¿A que no parece justo? Es que no lo es.

(Escolar.net)

5 comentarios:

Juan Manuel Gasulla Roso dijo...

¡Pero eso no es ná, hombre! Es el precio de un cafelito al mes tomado en la barra de cuaqluier bar. Una minucia.

Ahora no se dice lo del chocolate del loro. Ahora se dice "el precio de un café". Es el nuevo valor económico desde hace un tiempo. Café para todos; Los 90 céntimos de un café; Un cafelito al mes... Es el nuevo patrón de medida económico: el precio de un cafelito.

Fantasia Fantasia dijo...

Yo es que tengo un cacharro para calentar agua y luego le echo café de ese que sabe raro, un poco de leche condensada y ....¡voila!

Juan Manuel Gasulla Roso dijo...

Pues mira: el café es la unidad de medida de la economía actual. No sé si eso de la leche añadida es sólo cosa de ricos, o qué. Nos lo tendrá que decir el minsitro de industria y explicarnos cómo pagaremos ese cafelito de más si además de la gasolina (que ya serán cuatro o cinco cafelitos más), el precio de los trasportes públicos y la inflación, nos baja los sueldos.

A mí se me han liao los cafés.

Fantasia Fantasia dijo...

A mi l o que se me han caído hace cosa de un mes son los palos del sombrajo.

Luis Tarragona dijo...

cuadrar, no cuadra ni la escuadra ...