En el fondo, todos tenemos necesidad de decir quiénes somos y qué es lo que estamos haciendo, la necesidad de dejar algo hecho, porque esta vida no es eterna y dejar cosas hechas puede ser una forma de eternidad.
La idea que expresa esta frase me ha dado algún que otro dolor de cabeza. Saramago se lo tomó por la vía de la eternidad, pero no se yo si es la eternidad o qué. Estoy en que la cosa es más inmediata, casi instantánea, y no a tan larguísimo plazo.
Lo de Saramago creo que es fruto de su cultura, que lo quieras o no, es teísta y cristiana. Tanto en Portugal como en España, nuestros fundamentos del pensamiento son teístas y cristianos, y soltarse de eso, cuesta, aunque te llames Saramago.
Bueno, también yo lo he pensado y me dije que se podría sustituir por: trascender. Pero siguiendo pensándolo, me da a mí que va a ser lo mismo. No creo que el teismo inventara nada que no estuviera ya instalado en el humano.
Pues eso: transcender, eternizarse, realizarse, ser. Como lo llamemos. Lo cierto, me parece a mi, es que hay un algo en relación a uno, que no se deja atrapar de ninguna manera, pero que está ahí empujando. No hay manera de realizar ese algo que empuja, y no para.
La cosa, para mí, está quizás en cómo calmar ese ansia. Escribiendo, trascendiéndose, realizándose, convirtiéndose en algo para alguien. Lo que sea, que a cada uno nos da por resolver la cosa de una manera distinta. pero que la cosa está ahí dando por culo, eso es real. Y no sabemos cómo calmar.
Yo pensaba que en rebajando los niveles de testosterona, me liberaría de la esclavitud del amor y eso. Es cierto. Eso ha resultado más o menos cierto. Y quedó resuelto cuando se me secaron los desos y la próstata se me puso de tamaño natural. ¡Ande va a parar!
Pero es que con el rollo de calmar y de que los amores me dejaran en paz y no me dominaran (imposible mientras estás sometido a chorros de hormonas), perdía de vista esa otra cosa que no tiene nada que ver con ninguna hormona conocida, o yo no lo se ver. Eso que Saramago dice sobre que tenemos esa necesidad de ser fuera de nosotros (decir quienes somos y qué estamos haciendo, dijo el autor), me da que no depende de ninguna hormona, aunque alguna tiene que estar por ahí involucrada.
A mi eso me ha resultado un problema recientemente. O, más bien, me lo he planteado como un problema que no se resolver y, acaso, ni siquiera planteármelo bien. Le doy vueltas al asunto. Espero que no vaya a ser como lo de las hormonas esas de los cojones, porque eso fue un tormento.
Estoy en que tener hijos y nietos es la única solución que encontró la vida (el ADN) para perpetuarse y, a la vez, adaptarse a los cambios de un planeta (o del que sea, dos, tres, cuatro, los planetas que sean)
Igual es que eso que no hay manera de acallar y que te empuja, no es más que lo que percibimos a nivel "macroscópico" de lo que está incluido en la disposición molecular del ADN. Después, ese empuje, o como le queramos llamar, lo proyectamos en una enternidad, en dioses, en obras imperecederas, en hijos y nietos... en lo que sea. Y si eso es así... ¡Con el ADN hemos topado, amigo Sancho!
Seguramente que es que estoy influenciado últimamente por lo que se ha dado en llamar Translational Medicine, que es un intento de relacionar lo que se capta en la clínica con lo que ocurre en el interior del organismo, hasta el nivel molecular. Y esa idea me sugiere que lo que percibimos como un empuje a ser, a ser reconocidos, a hablar, a decir de nosotros a otros, incluso de sentirnos superiores a otros, ha de tener su raíz en la biología, y ahí encuentro el ADN.
Otros creerán que es el espíritu. Bueno. Habrán encontrado esa respuesta satisfactoria y que resuelve sus dudas. Desde luego, es una respuesta. Hay más respuestas y probablemente ninguna más verdadera que las otras.
Solamente con la basura que genere desde el primer día de vida hasta que muera, sólo con eso, seguro que la Tierra y mis descendientes se van a acordar de mi por muchos años. :)
Un hombre no pasa por la vida de puntillas, arrasa con muchas cosas que seguro que permanecerán en el recuerdo.
Uno puede eternizarse dejando un vídeo en Youtube jajajajaja
Yo vi la película Quills, que narra un momento determinado de la vida del marqués de Sade. Se trata, para mí, de eso, de las plumas con las que escribir. Ni aún atado con cadeans y desnudo, el Marqués deja de escribir: lo hace con mierda en las paredes del pozo al que lo han confinado.
Me refiero a ese empuje, independientemente de la forma que tenga el empuje. la cultura te proporciona vías de realización de ese empuje. Pero está ahí creo que incluso como causa de la cultura y de la civilización.
Y digo que si no es una cuestión de empuje vehiculizada con lo cultural, ya me dirás qué coño hacemos aquí dándonos a conocer con lo que escribimos. Nos decimos a nosotros mismos, para otros. ¡Vaya que sí!
Digo yo, todos somos ateos en mayor o menor estado, a medida que avanza nuestra edad; pero lo mácercano a la "eterniedad" que conozco, es el "eterno ahorita" desde cobrar consciencia hasta hoy. Siempre "estoy" acá: lo anterior es "pasado" y "al rato" es futuro.
Como el Planeta con la órbita, yo con el Tiempo.
Un apartadito MentaMadres: menos mal que aprendí el Castellano allá en la Península, porque acá en el Continente d'enfrente, "darse a conocer" quiere decir "robarse algo" como en: "Ya se dió a conocer ése güey! Dejó la caja vacía!"
"Dejar algo hecho puede ser una forma de eternidad" No se yo....me parece que quien haya luchado en su vida por dejar algo hecho para la eternidad se va a llevar un chasco si es que pudiera verlo. Porque a mi me da la impresión de que la "eternidad" se nos escapa por mucho que queramos asirla, vamos que ni las grandes obras literarias o artísticas alcanzarán la eternidad, porque me barrunto yo que va a ser más larga y accidentada de lo que un humano pueda imaginar.
Exactamente. Dejar algo para la eternidad es una fantasía: no hay tal eternidad salvo en la cabeza de quien lo piensa.
Según la ciencia (no hay por qué creerlo), el sol dará un reventón en unos miles de millones de años (siempre se pueden equivocar en las fechas) No va a quedar nada de nada. Ni el recuerdo ni la huella de este planeta, de sus ambiciones y ambiciosos, ni de nada vivo. Se va a fundir en el interior de un Sol rojo gigantesco.
Más tarde, pero no mucho más, desaparecerá la galaxia, que ya se habrá chocado con Andrómeda. Ambas galaxias fusionadas en una por medio de sus respectivos agujeros negros, es posible que desaparezcan, se "traguen" hacia otro Universo. Finalmente, según los cálculos hasta ahora, todo se va a congelar.
Lo que nos queda es la locura momentánea de pensar en la eternidad como algo real. Lo más que dura uno enterrado en una tumba son 50 años. No más. Si has sido alguien kimportante, es probable que tus huesos duren más. Si has sido un faraón, esa cosa horrible color gris que son las momias, más resecas que el bacalao, perduran para que los turistas les hagan fotos. Y punto.
Expresarse hacia los demás, tambien es una fantasí hipócrita. Que uno se exprese no quiere decir que lo atiendan ni que lo entiendan. Expresarse, en el medio que sea, no es más ni menos que gritar en el monte, o en el desierto. Vale la pena gritar, por uno mismo, no por quien pueda o quiera escucharlo, eso es cosa de ellos
Si, es eso: uno se ve empujado a contarlo, a no quedárselo dentro. dentro de uno que empuja y que cobra cualquier forma. Es eso a lo que me refiero. Yo imagino que debe ser algo que tenga que ver con eso que se llama "la fuerza de la vida", o algo parecido.
En el fondo, no somos más que los responsables de transmitir esa química del carbono y de los aminoácidos más allá de nuestros cuerpos. Lo que transmitimos es una molécula química, más bien un cristal, que se replica. Y eso empuja a toda la estructura hacia fuera de sí.
O algo aprecido, que no estoy muy inspirado.
Acabo de ver una peli que me ha pasado mi hijo, porque se la ponen a él en la UNiversidad (se titula El método --> http://www.cuevana.tv/peliculas/1056/el-metodo/ ) y todavía la tengo en la cabeza.
Completamente de acuerdo, la pregunta (creo) es si se puede actuar independientemente de esa química. La película que mencionas, magnífica, da que pensar.
Con respecto a esta hipotética "exigencia" de proyectarnos, me hacía recordar que toda mi vida he sido alumno (que etimológicamente parece que viene del latín alumnus, y este de alo: nutrido, nutrición, y no de a-lumnos sin luz, como le dijo un profe de la uni de mi hijo para hacerse el listillo), o sea, que de ser nutrido no me he salvado.
De modo que desde que recuerdo he sido alumno de alguien porque he ido a sus clases, para aprender algo. Este algo que aprendía lo aplicaba en mi trabajo, me "pro-eyectaba" en él. Lo aprendido me servía para proyectarme de determinada manera. Yo eso no lo pensaba; lo pienso ahora. Entonces, lo hacía.
Ahora estoy medio jubilado. De repente, sin ser yo el autor de eso, sentí que había dejado de tener sentido seguir siendo alumno, ir a clases para aprender no sé qué cosa rara que se me había metido en la cabeza aprender.
Este cambio repentino, que no he hecho efectivo porque supongo que la inercia es un principio válido no solamente en física, me ha dado que pensar si, en el fondo, cualquier cosa que yo hiciera no lo hacía tanto por saber, sino por pro-eyectarme (proyectarme).
No quiero decir que no quiera saber, porque uno de esos motores vitales que nos atormenta puede ser perfectamente la curiosidad. Así que noto que quiero seguir sabiendo, pero lamentablemente ya no me meto en esos cálculos deductivos en los que me he metido antaño, en esas "comidas de coco" tan al estilo de la comida de coco, que me he metido, y etcétera.
Probablemente, el saber, el leer, el estudiar y tal lo he utilizado según mis intereses egoístas, para "proyectarme".
La cosa, ya digo, está en saber por qué eso es imparable y si no te proyectas según un deseo, las pasas putas. Eso te reclama su ejecución. Claro que depende de dónde has colocado la pantalla de proyección para sentirte más o menos tranquilo en ese sentido. Yo creo que no he satisfecho ese deseo y me he intentado defender del fracaso metiendo teorías y excusas que, de haberlo cumplido, me serían completamente ajenas. Incluso en las excusas está patente el mismo motor pro-eyectivo. ¡Si es que es la hostia!
Creo que la cosa es eso, focalizar; si el foco es externo, para qué? nada merece la pena más que yo mismo, repetido por toda la humanidad. O no repetido por nadie, problema suyo.
24 comentarios:
Pues tendré que empezar a hacer algo porque el tiempo pasa volando y no me va a dar tiempo. : ))
Vale. Y le haces foto, eh? :-))
La idea que expresa esta frase me ha dado algún que otro dolor de cabeza. Saramago se lo tomó por la vía de la eternidad, pero no se yo si es la eternidad o qué. Estoy en que la cosa es más inmediata, casi instantánea, y no a tan larguísimo plazo.
Lo de Saramago creo que es fruto de su cultura, que lo quieras o no, es teísta y cristiana. Tanto en Portugal como en España, nuestros fundamentos del pensamiento son teístas y cristianos, y soltarse de eso, cuesta, aunque te llames Saramago.
Bueno, también yo lo he pensado y me dije que se podría sustituir por: trascender.
Pero siguiendo pensándolo, me da a mí que va a ser lo mismo.
No creo que el teismo inventara nada que no estuviera ya instalado en el humano.
Pues eso: transcender, eternizarse, realizarse, ser. Como lo llamemos. Lo cierto, me parece a mi, es que hay un algo en relación a uno, que no se deja atrapar de ninguna manera, pero que está ahí empujando. No hay manera de realizar ese algo que empuja, y no para.
La cosa, para mí, está quizás en cómo calmar ese ansia. Escribiendo, trascendiéndose, realizándose, convirtiéndose en algo para alguien. Lo que sea, que a cada uno nos da por resolver la cosa de una manera distinta. pero que la cosa está ahí dando por culo, eso es real. Y no sabemos cómo calmar.
Yo pensaba que en rebajando los niveles de testosterona, me liberaría de la esclavitud del amor y eso. Es cierto. Eso ha resultado más o menos cierto. Y quedó resuelto cuando se me secaron los desos y la próstata se me puso de tamaño natural. ¡Ande va a parar!
Pero es que con el rollo de calmar y de que los amores me dejaran en paz y no me dominaran (imposible mientras estás sometido a chorros de hormonas), perdía de vista esa otra cosa que no tiene nada que ver con ninguna hormona conocida, o yo no lo se ver. Eso que Saramago dice sobre que tenemos esa necesidad de ser fuera de nosotros (decir quienes somos y qué estamos haciendo, dijo el autor), me da que no depende de ninguna hormona, aunque alguna tiene que estar por ahí involucrada.
A mi eso me ha resultado un problema recientemente. O, más bien, me lo he planteado como un problema que no se resolver y, acaso, ni siquiera planteármelo bien. Le doy vueltas al asunto. Espero que no vaya a ser como lo de las hormonas esas de los cojones, porque eso fue un tormento.
Es lo que tiene no creer en dioses.
Me temo :-))
Yo, ahí, me olvidaba de tener hijos y nietos.
Estoy en que tener hijos y nietos es la única solución que encontró la vida (el ADN) para perpetuarse y, a la vez, adaptarse a los cambios de un planeta (o del que sea, dos, tres, cuatro, los planetas que sean)
Igual es que eso que no hay manera de acallar y que te empuja, no es más que lo que percibimos a nivel "macroscópico" de lo que está incluido en la disposición molecular del ADN. Después, ese empuje, o como le queramos llamar, lo proyectamos en una enternidad, en dioses, en obras imperecederas, en hijos y nietos... en lo que sea. Y si eso es así... ¡Con el ADN hemos topado, amigo Sancho!
Seguramente que es que estoy influenciado últimamente por lo que se ha dado en llamar Translational Medicine, que es un intento de relacionar lo que se capta en la clínica con lo que ocurre en el interior del organismo, hasta el nivel molecular. Y esa idea me sugiere que lo que percibimos como un empuje a ser, a ser reconocidos, a hablar, a decir de nosotros a otros, incluso de sentirnos superiores a otros, ha de tener su raíz en la biología, y ahí encuentro el ADN.
Otros creerán que es el espíritu. Bueno. Habrán encontrado esa respuesta satisfactoria y que resuelve sus dudas. Desde luego, es una respuesta. Hay más respuestas y probablemente ninguna más verdadera que las otras.
Cosas hechas o deshechas.
Solamente con la basura que genere desde el primer día de vida hasta que muera, sólo con eso, seguro que la Tierra y mis descendientes se van a acordar de mi por muchos años. :)
Un hombre no pasa por la vida de puntillas, arrasa con muchas cosas que seguro que permanecerán en el recuerdo.
Uno puede eternizarse dejando un vídeo en Youtube jajajajaja
No creo que el deseo de trascender vaya más allá de una cosilla cultural, otra esclavitud social sin sentido ninguno
Yo vi la película Quills, que narra un momento determinado de la vida del marqués de Sade. Se trata, para mí, de eso, de las plumas con las que escribir. Ni aún atado con cadeans y desnudo, el Marqués deja de escribir: lo hace con mierda en las paredes del pozo al que lo han confinado.
Me refiero a ese empuje, independientemente de la forma que tenga el empuje. la cultura te proporciona vías de realización de ese empuje. Pero está ahí creo que incluso como causa de la cultura y de la civilización.
¿O no?
Y digo que si no es una cuestión de empuje vehiculizada con lo cultural, ya me dirás qué coño hacemos aquí dándonos a conocer con lo que escribimos. Nos decimos a nosotros mismos, para otros. ¡Vaya que sí!
Eso creo :))
Digo yo, todos somos ateos en mayor o menor estado, a medida que avanza nuestra edad; pero lo mácercano a la "eterniedad" que conozco, es el "eterno ahorita" desde cobrar consciencia hasta hoy. Siempre "estoy" acá: lo anterior es "pasado" y "al rato" es futuro.
Como el Planeta con la órbita, yo con el Tiempo.
Un apartadito MentaMadres: menos mal que aprendí el Castellano allá en la Península, porque acá en el Continente d'enfrente, "darse a conocer" quiere decir "robarse algo" como en:
"Ya se dió a conocer ése güey! Dejó la caja vacía!"
¡Ya volvemos a la política! Jejejeje
"Dejar algo hecho puede ser una forma de eternidad"
No se yo....me parece que quien haya luchado en su vida por dejar algo hecho para la eternidad se va a llevar un chasco si es que pudiera verlo. Porque a mi me da la impresión de que la "eternidad" se nos escapa por mucho que queramos asirla, vamos que ni las grandes obras literarias o artísticas alcanzarán la eternidad, porque me barrunto yo que va a ser más larga y accidentada de lo que un humano pueda imaginar.
Otra cosa es la necesidad que tengamos o no, de darnos a conocer, de que los demás sepan que existimos. Sin embargo no pienso que sea para trascender.
Exactamente. Dejar algo para la eternidad es una fantasía: no hay tal eternidad salvo en la cabeza de quien lo piensa.
Según la ciencia (no hay por qué creerlo), el sol dará un reventón en unos miles de millones de años (siempre se pueden equivocar en las fechas) No va a quedar nada de nada. Ni el recuerdo ni la huella de este planeta, de sus ambiciones y ambiciosos, ni de nada vivo. Se va a fundir en el interior de un Sol rojo gigantesco.
Más tarde, pero no mucho más, desaparecerá la galaxia, que ya se habrá chocado con Andrómeda. Ambas galaxias fusionadas en una por medio de sus respectivos agujeros negros, es posible que desaparezcan, se "traguen" hacia otro Universo. Finalmente, según los cálculos hasta ahora, todo se va a congelar.
Lo que nos queda es la locura momentánea de pensar en la eternidad como algo real. Lo más que dura uno enterrado en una tumba son 50 años. No más. Si has sido alguien kimportante, es probable que tus huesos duren más. Si has sido un faraón, esa cosa horrible color gris que son las momias, más resecas que el bacalao, perduran para que los turistas les hagan fotos. Y punto.
Fantasías.
Expresarse hacia los demás, tambien es una fantasí hipócrita. Que uno se exprese no quiere decir que lo atiendan ni que lo entiendan. Expresarse, en el medio que sea, no es más ni menos que gritar en el monte, o en el desierto. Vale la pena gritar, por uno mismo, no por quien pueda o quiera escucharlo, eso es cosa de ellos
Por eso....no hay nada más acertado que el dicho popular: "Que me quiten lo bailao" (por si acaso)
Sí, pero extrañamente, se publica. No se lo escribe uno a uno mismo ni se lo grita encerrado en su habitación :-P
Si, es eso: uno se ve empujado a contarlo, a no quedárselo dentro. dentro de uno que empuja y que cobra cualquier forma. Es eso a lo que me refiero. Yo imagino que debe ser algo que tenga que ver con eso que se llama "la fuerza de la vida", o algo parecido.
En el fondo, no somos más que los responsables de transmitir esa química del carbono y de los aminoácidos más allá de nuestros cuerpos. Lo que transmitimos es una molécula química, más bien un cristal, que se replica. Y eso empuja a toda la estructura hacia fuera de sí.
O algo aprecido, que no estoy muy inspirado.
Acabo de ver una peli que me ha pasado mi hijo, porque se la ponen a él en la UNiversidad (se titula El método --> http://www.cuevana.tv/peliculas/1056/el-metodo/ ) y todavía la tengo en la cabeza.
Completamente de acuerdo, la pregunta (creo) es si se puede actuar independientemente de esa química. La película que mencionas, magnífica, da que pensar.
Este hilo me hace rumiar. Sin duda.
Con respecto a esta hipotética "exigencia" de proyectarnos, me hacía recordar que toda mi vida he sido alumno (que etimológicamente parece que viene del latín alumnus, y este de alo: nutrido, nutrición, y no de a-lumnos sin luz, como le dijo un profe de la uni de mi hijo para hacerse el listillo), o sea, que de ser nutrido no me he salvado.
De modo que desde que recuerdo he sido alumno de alguien porque he ido a sus clases, para aprender algo. Este algo que aprendía lo aplicaba en mi trabajo, me "pro-eyectaba" en él. Lo aprendido me servía para proyectarme de determinada manera. Yo eso no lo pensaba; lo pienso ahora. Entonces, lo hacía.
Ahora estoy medio jubilado. De repente, sin ser yo el autor de eso, sentí que había dejado de tener sentido seguir siendo alumno, ir a clases para aprender no sé qué cosa rara que se me había metido en la cabeza aprender.
Este cambio repentino, que no he hecho efectivo porque supongo que la inercia es un principio válido no solamente en física, me ha dado que pensar si, en el fondo, cualquier cosa que yo hiciera no lo hacía tanto por saber, sino por pro-eyectarme (proyectarme).
No quiero decir que no quiera saber, porque uno de esos motores vitales que nos atormenta puede ser perfectamente la curiosidad. Así que noto que quiero seguir sabiendo, pero lamentablemente ya no me meto en esos cálculos deductivos en los que me he metido antaño, en esas "comidas de coco" tan al estilo de la comida de coco, que me he metido, y etcétera.
Probablemente, el saber, el leer, el estudiar y tal lo he utilizado según mis intereses egoístas, para "proyectarme".
La cosa, ya digo, está en saber por qué eso es imparable y si no te proyectas según un deseo, las pasas putas. Eso te reclama su ejecución. Claro que depende de dónde has colocado la pantalla de proyección para sentirte más o menos tranquilo en ese sentido. Yo creo que no he satisfecho ese deseo y me he intentado defender del fracaso metiendo teorías y excusas que, de haberlo cumplido, me serían completamente ajenas. Incluso en las excusas está patente el mismo motor pro-eyectivo. ¡Si es que es la hostia!
Creo que la cosa es eso, focalizar; si el foco es externo, para qué? nada merece la pena más que yo mismo, repetido por toda la humanidad. O no repetido por nadie, problema suyo.
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