martes, junio 30, 2009

Lo que no vengo a decir

Yo no sé durante cuánto más tiempo tendrá sentido que escribamos artículos los que los hacemos, pero me temo que es un género al que le queda poca vida. Tal vez desaparezca sólo a la vez que los periódicos, al menos los de papel impreso, pero también es posible que le llegue antes su hora, dado el número creciente de lectores que no sabe entenderlos o -lo que es aún más deprimente- no está dispuesto a entenderlos, no le da la gana de hacerlo.

Entre los que no saben se cuentan cada vez más jóvenes, como ponen de manifiesto los informes PISA y demás encuestas sobre la enseñanza, según las cuales va siempre en aumento la proporción de estudiantes incapaces de comprender un texto breve, no digamos de resumirlo. Y es de suponer que, cuando dejen atrás sus estudios y ni siquiera tengan que ejercitarse ni examinarse, los comprendan aún menos, por lo que la población adulta futura será analfabeta en la práctica: sabrá leer palabras sueltas, pero no las entenderá combinadas, y sobre todo no entenderá los conceptos, los razonamientos ni las argumentaciones, ni podrá detectar una contradicción ni una incongruencia. Habrá excepciones, claro está, y serán ellas las que manejen el cotarro, porque en contra de lo que muchos jóvenes y pedagogos creen -que no sirve de nada aprender lo que no va a utilizarse profesionalmente-, quienes tengan una cabeza estructurada seguirán siendo los sobresalientes del mundo. El que sepa latín -"una pérdida de tiempo"- y matemáticas -algo "casi innecesario", con las máquinas calculadoras- sacará una ventaja insalvable a sus especializados contemporáneos.

Javier Marías (completo en El País)

21 comentarios:

  1. Pues que razón tiene...

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  2. Tengo un punto de vista un tanto diferente al del autor.

    y es que me he dado cuenta de que yo tendía, como todos, a lamentar la pérdida: los chicos no saben comentar un texto; los chicos sólo van a los valores ilusorios (ganar dinero, lucir, fama, dinero fácil, etc.) Los chicos son analfabetos funcionales. Sorprendentemente, esta cantinela se la escuchaba ya a mi padre. Se quejaba de lo imsmo y se echaba las manos a la cabeza de hacia dónde iría el mundo: a una perdición. Una perdición, él que venía de vivir las peores guerras de la historia de la humanidad. Su mundo franquista, por el que luchó convencido de que esos eran los buenos valores, se le hundió. ¡Madre mía! Es verdad que el mundo se le vino abajo. Como a mi.

    Esto se pone en el capítulo de lo que "se pierde", según los análisis que hacemos desde cierta edad.

    Creo que la realidad va al contrario de esa visión. Los analfabetos funcionales han existido siempre. los ambiciosos han sido legión a la largo de la historia de la humanidad. Que sepan leer y escribir y echar unas cuentas, o sea, que se masifique la universidad, es un fenómeno bastante reciente.

    La gente no quiere saber demasiado. Hay una pasión por la ignorancia y otra por el fútbol y los cotilleos del amor. No se quiere pensar. Pero es que eso ha sido así siempre, que es una minoría absoluta quienes han salido del analfabetismo funcional, pero que este es el momento de la historia de la humanidad en el que se dan menos analfabetos por kilómetro cuadrado, en el que la gente tiene a su alcance más elementos de cultura, y quienes pueden tomar el tren que se ha parado frente a su puerta, lo pueden hacer, porque hasta no hace tanto, el tren en algunos lugares ni pasaba.

    Las cosas cambian. Y las cantinelas que me escuchaba de mis abuelos o de los mayores, era la nostalgia del tiempo que vivieron que se les transformaba a pasos agigantados y para el que no se sentían en absoluto preparados de acceder ahora.

    Lamentarse de lo que no es, según uno, es cerrarse a ver lo que si es, según otros. El mundo lo construyen los jóvenes y reaccionarán ante lo nuevo que tengan que afrontar.

    Yo he tenido que afrontar revisiones profundas de cosas que parecían absolutamente firmes y consolidadas. ¿De qué género soy? ¿Cuál es mi deseo? ¿Qué hago cuando me identifico con un género, una profesión, una identidad social (padre, abuelo, esposo, etc.)?

    Si todo está en el discurso ¿qué estabilidad puede encontrar uno en él? Y, lo peor, que mientras uno se devana los sesos tratando de entender el mundo y adelantársele, éste ya ha dado tres o cuatro pasos de gigante y te ha dejado intelectualmente atrás como un enano.

    No me quita esto las ganas de leer este libro. Al contrario. Me anima.

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  3. Has leído el artículo completo del país?
    Yo creo que sí tiene mucha razón.

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  4. Y que al venirme la comparación con mi padre, yo ahora tengo la misma edad que él cuando despotricaba de que su mundo se venía abajo.

    Él hizo su apuesta por unos valores que le parecieron estar en relación con la verdad y el orden. Creía en un dios y en Franco. Sus hijos, no. Yo lo escuchaba lamentarse y discutíamos largamente, conversábamos, y él nos escuchaba. Buscaba argumentos para sostener su verdad.

    ¡Eps, Angie! Ha aparecido tu mensaje mienstras decía tonterías en este.

    no he leído el artículo en El País. Lo voy a remediar enseguida.

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  5. Pues será que me estoy haciendo vieja... y gruñona.

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  6. Por favor de la vida!
    No vayas a dejar jamás de decir tonterías cuando veas entrar un mensaje mío... seguro que puede esperar, y a tí las tonterías, como no las sueltes en el momento, se te olvida escribirlas!

    (cuando lo leas, sigue tonteando, porfa)

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  7. A mí me ha hecho gracia la frase final. Parece que conoce a Marea, jejejeje
    (que se ha aplicado lo de simplona)

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  8. Pues sigo estando de acuerdo

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  9. Lo he remediado.

    Esta queja me parece a mi bastante extendida. él lo aplica a su profesión de articulista. Yo a la mía y a mis prédicas. Recientemente me quejé de no haber sido entendido ni en lo más mínimo en torno a un algo "muy pensado y muy meditado" por mi parte.

    O sea, que esta queja de JM la podría haber hecho mía.

    De hecho, todo el mundo se la haría suya, porque se está de acuerdo. ¡Qué cosas!

    Entonces, si cada queja individual es idéntica a otra queja individual, si la percepción de que a uno lo recortan y lo sobre entienden, es común a un montón de gente, primero, esa queja no tiene nada de particular, es decir, no te la puede aplicar a tí mismo como si te ocurriera a ti o tú la hubieras detectado; segundo, si no es un fenómeno particular ¿es que, acaso, hemos pillado un entresijo, una ley general, que sólo se percibe individualmente?

    ¡Ah, amigo! Eso está bien para pensarlo.

    ¿Por qué? Porque es un fenómeno del que nadie, absolutamente nadie, tiene la exclusiva de su padecimiento. Incluso marea podría firmar ese dicho final. ¿Qué no? Pues, entonces, habrá que admitir que en el oficio de pensar, más que pensar en los otros, uno lo hace sobre sí frente a los otros, y lo que encuentra son fallos en sí mismo y no en los otros, que, como yo también soy otro cuando leo a JM, lo leo parcial y sesgadamente ignorando la cantidad de sesudo que le ha echado a su artículo.

    Pero ¿es que, acaso, JM no lee parcial y sesgadamente a otros, incluso a sí mismo, cuando se lee? Yo si. Y como me considero un tipo algo estándar, supongo que a los demás tipos estándar, parecidos a mi, les ocurren cosas semejantes, y entonces creo que ni uno mismo se salva de esa quema tan general.

    Resumiendo: creo que hay una restricción operando en njuestros cerebros, que nos impone leer de esa manera a otros. Porque no siempre se lee así, aunque la mayoría de veces sí. ¡Y anda que no me he quejado yo de eso! Un quejica. Es lo que soy. Y sabiéndome tan quejica, me he quejado hasta darme dolor de cabeza.

    Pues creo que no ha dado ahí don JM con la piedra filosofal. Más bien no ha ido al meollo del asunto. Y para ir a ese meollo, habrá que hilar mucho más fino que lo que hace en su artículo.

    Afortunadamente, yo no soy articulista y no estoy obligado a decir cosas sesudas y tan pensadas como él (¡Ojo! No se vaya a pensar que ha dado con la verdad última)

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  10. Pos menos mal!
    Imagínate por un instante que das con la verdad última...
    qué ibas a hacer el resto de tu vida?
    jejeje

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  11. A ver...
    que he dicho marea, porque acababa de ocurrir, no como ejemplo de leer sesgadamente, no.
    Libreme Tutatis de decir yo algo así, de Marea, que será la que más letras se traga de tol Multiply, entendiendo lo que lee!

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  12. ¡Ostras! ¡yo igual! ¿Eh? ¡yo igual que Angie!

    No sé qué he dicho, pero no vaya a ser que desatemos las iras de las erinias y nos caiga una lluvia de jostis que nos pongan la cara como una torta.

    Marea: si lees esto, yo no he sido. Ha sido Angie.

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  13. Si no vas en silla de ruedas no corres peligro... a ti no te tirara por el acantilado... o era la escalera... ?pero mejor que no seas pollo... o pato, porque tu suerte puede ser incierta...

    Ay, no, que eso no era ella, uix que fallo, eso era Palmira

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  14. No era Palmira, que, segú recuerdo, Palmira era la jefa que rechazaba a las niñas de menos de 1o años, y como ella tenía menos de esa edad, se quedaba jodida matando pájaros mientras veía que Palmira se llevaba a los mayores de 10 años de merienda.

    Que a saber qué cosas más horrorosas les haría esa Palmira de manos ásperas a las pobres criaturitas para preferir sólo los mayores de 10 años. ¡A saber!

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  15. dijo Angie, mas arriba:

    >>>>>>>>>>>
    Imagínate por un instante que das con la verdad última...
    qué ibas a hacer el resto de tu vida?
    <<<<<<<<<<<<<

    pues yo, predicar a los otros, mientras quede uno con oído salva está mi vida ...!!!

    predicar a un otro, esa verdad ÚLTIMA, el camino de su aquiescencia ...

    (vaya palabro m'asalío ...)

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  16. ojalá no, ahora los llevan a guanta-me-la-que-viene-curva-no-recta

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  17. todo me es inverosimil... sobre todo si viene de una pandilla de majaderos ilustrados.. que son los masmajaderos de todos....

    queridos... cucu.

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  18. Pues ya somos un qué, mira: majaderos. No está mal.

    Viniendo de marea, es un piropo ¿A que si?

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  19. Qué catastrófico madredelamorhermoso!!

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